Digitalización de información pone en riesgo a voceadores tradicionales

Categoría: Zona Conurbada Publicado el 04 Septiembre 2020
Escrito por ecos

Patricia Aguilar Pardo/ Ecos de Veracruz

Veracruz, Ver. 4 de septiembre del 2020.- Ante el crecimiento exponencial del internet y la información digital que ahí se ofrece, en muchas ocasiones de manera gratuita; los voceadores tradicionales se encuentran en riesgo de desaparecer, manifestó 

Carmela Cardel Hernández, quien es propietaria de un estanquillo de periódicos y revistas ubicado en pleno corazón del centro histórico de la ciudad Veracruz.

 

Desde hace 58 años, doña Carmela abre a temprana hora su local ubicado en la esquina de Mario Molina e Independencia, acompañada por unos de sus hijos,
vende diariamente periódicos y revistas.

"Todo este comercio se ha ido abajo, ya no tiene validez, sobrevivimos un poco por el periódico, antes se vendían 50 diarios, hoy traen 15 y se quedan dos o tres, con eso de que todo pasa por internet menos", dijo que como tradición sigue abriendo su local y es que ante la falta de fuentes de empleo para las personas de la tercera edad, apenas les alcanza para subsistir.

Antes de la llegada del internet muchas personas adquirían el periódico para ver la nota policiaca o cuando un político es "sacrificado" y la gente por morbo lo adquiere, refirió la entrevistada.

En lo que respecta a las revistas, dijo que éstas solo pueden ser comercializadas durante 15 días, en caso de no venderlas debe de comprar nuevas, lo que significa pérdidas económicas.

Doña Carmela agregó que ha vivido muchas crisis económicas pero ninguna como la que se ha suscitado este 2020, aunado a la pandemia del Covid-19.

Lamentó que durante esta crisis sanitaria no hayan recibido ningún apoyo económico o asistencial para hacer frente que esta adversidad y es que ante la falta de un ingreso económico fijo Doña Carmela se ha visto en la necesidad de abrir su puesto.

Este puesto con casi 80 años de estar en funcionamiento es abierto por su propietaria desde las ocho de la mañana a seis de la tarde, a fin de reducir un poco en el consumo de energía eléctrica, ya que Comisión Federal de Electricidad (CFE) aplica tarifa comercial y cobra entre 150 y 200 pesos mensuales.

Doña Carmela está consciente de que esta tradición se irá con ella, pues ninguno de sus hijos muestra interés de continuar esta actividad comercial que comenzó con el señor Arnulfo Pérez Hernández, tío de la entrevistada.